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MI ABUELO

NUESTRA HISTORIA

Primero fueron los padres. El tiempo de los padres,  hecho de días y constancia. Sobre el tiempo que fue de los padres, como hombros de gigantes, se alza el tiempo de los hijos para unir el pasado y el futuro en eslabones de presente en esta cadena que llamamos tiempo. De su sacrificio germinó el futuro que hoy es. De su labor la amplia explanada del porvenir. Los padres fundan lo que los hijos heredamos, ahora días de constancia y futuro. Como un legado.

 

Todo legado es una herencia, convertida en una responsabilidad que es preciso conservar y acrecentar.

Los buenos recuerdos se acumulan en las emociones de la memoria. La Tienda de David quiere ser memoria de la despensa, custodia de la esencia de un tiempo que cambia y en su fluir conserva lo bueno que no debe desaparecer. 

La Tienda de David  es resultado de un doble legado. Somos la herencia, acumulada a lo largo de más de medio siglo, entregados al empeño de ofrecer a sus clientes un servicio esmerado y pulcro acorde con la calidad que merecen sus destinatarios. También somos, desde hace  más de cincuenta años, el legado de todo el afecto que se acumula en la fidelidad de una clientela que nos ha traído hasta aquí. Nuestros clientes nos han impulsado a crecer, y ahora es su demanda la que motiva que La Tienda de David abra esta ventana digital como un medio de acceso ilimitado. Sostenidos por el aval del tiempo,  alentados por el deseo de acomodarnos a las expectativas del tiempo nuevo y de satisfacer lo que de nosotros esperan nuestros clientes, damos este paso. 

Así, La Tienda de David, en su afán de servicio, incorpora la posibilidad de acceder a una escogida selección de productos a través de su página web. De alguna manera, la tecnología acorta las distancias y permite poner cerca, tan cerca como el sentimiento, lo que  físicamente está lejos. El objetivo es mitigar la nostalgia de la tierra sentida a través de los productos  que la misma tierra, junto con el saber acumulado en las manos de nuestros ancestros, nos ofrecen, volviendo así a los orígenes a través de los sentidos. Degustar los frutos de la tierra anula la distancia y evoca el origen en la delectación de sus productos.  Es, ciertamente, ofrecer al deseo el placer de los sentidos. Porque la distancia solo es la esperanza de suprimir para quien anhela el regreso, acercamos, con la garantía de nuestro sello, aquello que la tierra nos hace sentir como propio.

La Tienda de David, a través de esta página web, siempre abierta para satisfacer los requerimientos de nuestros clientes, crece y extiende su presencia con la aspiración de poner cerca lo que antes estaba lejos. Movidos por la certeza convincente de los hechos, La Tienda de David se hace digital preservando el objetivo de atender, con la mejor determinación,  lo que usted nos demande. Como siempre, como hacemos desde hace más de cincuenta años de constancia y confianza recibida, a su entera disposición. 

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